IDENTIFICACIÓN DE LA PROBLEMATICA PRINCIPAL QUE GENERA LA DESIGUALDAD SOCIAL Y ESTRATIFICACIÓN SOCIAL EN GUATEMALA
IDENTIFICACIÓN DE LAS PRINCIPALES
PROBLEMÁTICAS DE LA DESIGUALDAD.
1- Sistemas fiscales
injustos. La desigualdad aumentará si los que menos ingresos tienen siguen
pagando más impuestos que los ricos. Las leyes y reglas actuales deben cambiar
para evitar que los impuestos sobre el consumo o sobre los salarios sean
superiores a los impuestos sobre las rentas del capital.
2- Corrupción y flujos
ilícitos de capitales. Hay que poner fin a la hemorragia financiera y robo
que provocan la corrupción, la deuda pública odiosa y la evasión fiscal. Para
ello, es imprescindible combatir la opacidad del sistema financiero
internacional, con especial énfasis en la lucha contra los paraísos fiscales.
Según GFI, entre 1970 y 2008, 854.000 millones de dólares salieron de África
hacia el resto del mundo por culpa de la corrupción y los flujos de capitales
ilícitos, el doble de la cantidad recibida como ayuda oficial al desarrollo en
el mismo período.
3- Distribución injusta
de la inversión y el gasto público. La desigualdad aumenta cuando
determinados grupos de ciudadanos o instituciones, sea por razones étnicas, de
clase, geográficas, religiosas, etc., se benefician de mayores niveles de
inversión y gasto público que el resto, lo cual se traduce en mejor acceso a
servicios sociales básicos como salud o educación, o mejores infraestructuras,
como por ejemplo, en energía y comunicaciones. En muchas ocasiones las
decisiones políticas sobre inversiones y gasto público no se rigen por
criterios de justicia social, sino de conveniencia y connivencia.
4- Distribución injusta
de la tierra. En muchos países se han promovido procesos de concentración
de la tierra en manos de los más poderosos. El acaparamiento de tierras por
inversores extranjeros también está dejando a millones de persones en el mundo
sin tierra para cultivar. Cada segundo, los países en desarrollo pierden una
superficie de tierra equivalente a un campo de fútbol. De las políticas de
acceso a tierra depende el nivel de beneficios de unos cuantos miles de individuos,
y también la seguridad alimentaria de millones de personas.
5- Acceso desigual al
capital, conocimiento y tecnología. Nuestra posibilidad de progresar como
individuos depende de la oportunidad que tenemos para acceder a conocimientos,
tecnología y capital. Es el débil acceso a estos factores lo que explica, por
ejemplo, que determinadas poblaciones sean mucho más vulnerables que otras a
sufrir las consecuencias de una sequía; de estos factores depende también el
desarrollo de un sector privado doméstico que permita la creación de puestos de
trabajo de calidad.
6- Privatización. En
algunos casos, la privatización de servicios públicos como el agua, energía,
salud o educación ha comportado la exclusión a los mismos de personas que no se
pueden permitir pagar los precios establecidos por el mercado. La política debe
servir para tomar las medidas necesarias para asegurar que la privatización de
servicios públicos, cuando se produce, no contribuye a la violación de derechos
humanos fundamentales. En Suráfrica, por ejemplo, la privatización de servicios
públicos ha comportado que algunos analistas se refieran a un nuevo ‘apartheid’
entre ricos y pobres.
7- Acceso injusto a la
información y exclusión de los espacios de toma de decisiones sobre políticas
que influyen en nuestras vidas. Allí donde hay un déficit democrático producido
por la falta de transparencia, la escasez de mecanismos de participación
ciudadana y la debilidad de sistemas de rendición de cuentas por parte del
gobierno a la ciudadanía se establece el caldo de cultivo perfecto para que las
élites capturen el sistema político en beneficio propio.
8- Desigualdad de género. Las
desigualdades actuales entre hombres y mujeres son el resultado de políticas,
prácticas y creencias injustas. Muchas de las injusticias descritas en los
puntos anteriores afectan mucho más a las mujeres que a los hombres, por
ejemplo, en cuestiones de acceso a tierra o capital, o en forma de exclusión de
la vida pública. Necesitamos políticas que promuevan la justicia de género. No
sólo para el beneficio de las mujeres, sino de toda la sociedad.
9- Impunidad y control
del sistema judicial. La ley se debe aplicar a todos por igual. Nadie debería
disfrutar de impunidad por delitos cometidos, sea la violencia organizada, el
robo de dinero público o la colusión entre intereses políticos y económicos. En
países donde la impunidad de los más poderosos es evidente, los ciudadanos
tenemos la obligación de luchar para proteger uno de los pilares básicos de la
democracia.
10-Conflicto. En ocasiones, la
violencia y el conflicto no sólo producen pobreza, sino que son un mecanismo
para reforzar y perpetuar el poder de determinados grupos de población sobre
otros, o una vía para consolidar el acceso privilegiado de unos cuantos, a
dinero público o recursos naturales, en su país o fuera del mismo. El poder
económico, el político y el militar se pasean muchas veces cogidos de la mano.
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